Hoy vamos a preparar una receta sencilla y deliciosa, unos deliciosos calamares encebollados en los que los únicos protagonistas van a ser los ingredientes que le dan nombre a la receta, la cebolla y los calamares.
La receta es sencilla pero algo laboriosa ya que el proceso de caramelización de la cebolla no es rápido y requiere estar pendientes del fuego, pero el resultado merece la pena de verdad ya que la combinación de sabores y texturas es auténticamente genial.
Ingredientes para 2 personas
* 6 calamares, 2 cebolletas, aceite de oliva, aceto balsámico de módena
Cómo hacer unos deliciosos calamares encebollados
Los calamares mediterráneos Genuinus vienen ya limpios, y se presentan por un lado las vainas y por otro las aletas y los tentáculos. De todas formas, como costumbre los repasamos y les damos la vuelta para retirar cualquier mucosidad o resto que puedan tener.
Picamos las cebolletas ecológicas en juliana muy fina y las ponemos a fuego lento en una sartén con aceite de oliva virgen extra. Al principio, la cebolleta llenará la sartén pero pasados 15 minutos, cuando empiece a pocharse, menguará a la vez que se va coloreando. No hay que añadir azúcar, sino dejarla a fuego lento para que se caramelice en sus propios azúcares.
Pasados otros 15 minutos, cuando la cebolleta ya ocupe menos de la mitad de la sartén, la ponemos en un lado y en el otro añadimos todos los tentáculos, dejando que se hagan durante 5 minutos.
Ponemos en cada plato 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra de primera calidad, lo decoramos con unos puntos de aceto de Módena que simulará ser la tinta del calamar y colocamos en una esquina los tentáculos y en la otra la cebolla caramelizada muy escurrida.
Mientras, hacemos las vainas de calamar en la plancha muy caliente, hasta que se doren por ambas caras. Después colocamos tres vainas en cada plato y servimos inmediatamente para tomar bien caliente.
Tiempo de elaboración | 40 minutos Dificultad | Fácil
Degustación
Los calamares encebollados son deliciosos porque conjugan muchas texturas y un sabor dulzon característico de los calamares frescos. Este sabor dulce combina muy bien con la cebolla caramelizada y con la textura peculiar de los tentáculos casi crujientes.
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