Después de un verano repleto de frutas dulces, el otoño nos trae estas dos variedades de frutas ácidas que además de ser refrescantes, son unas auténticas “bombas de vitaminas y antioxidantes».
La granada contienen gran cantidad de vitamina C (15% de la CDR) y es una buena fuente de vitamina B. Su jugo y sus partes leñosas, están repletos de antioxidantes que que bloquean el efecto dañino de los radicales libres. En la medicina ayurvédica su piel se usa contra la diarrea, la disentería y los parásitos intestinales.
La manzana Granny Smith contiene gran cantidad de sales minerales como el potasio, fósforo, calcio, magnesio, hierro, etc.; y sus principales vitaminas son: la C (8% de la CDR) y las B1, B2, B3, B5 y B6. En general las manzanas activan la secreción de las glándulas salivales y gástricas y esto facilita la digestión. Además, estimulan el tránsito intestinal por su alto contenido en celulosa. El refrán dice «una manzana al día» pero quizás sería mejor dos, una para el desayuno ya que es un excelente depurativo y, otra después de la cena ya que son el mejor dentífrico natural.
Ambas se emplean muy habitualmente como toppinng en ensaladas o postes, dándole así un toque ácido muy original.