La temporada de albaricoque es corta, una manera de alargarla es preparar compota casera, nosotros hemos preparado una cantidad pequeña para dar sabor a nuestros yogures caseros. Si te apetece hacer más cantidad solo tendrás que envasarla al vacio para poder conservarla durante más tiempo. Además de la compota hoy hemos preparado yogur casero sin yogurtera ¿te apetece?
Yogur de albaricoque casero
Ingredientes:
1 litro de leche entera de vaca
1 yogur natural sin azucarar
2 cucharadas de sirope de agave
500 g de albaricoques
Un chorrito de zumo de limón
Elaboración:
Comenzamos poniendo la leche en un cazo, la calentamos hasta que pase de 80°. Retiramos del fuego y dejamos templar. Cuando la temperatura llegue a 48° mezclamos con el yogur. Con una temperatura superior acabaríamos con las bacterias que se encargan de fermentar la leche y convertirla en yogur, transformando la lactosa en ácido láctico. Mezclamos con las varillas.
Mientras se está atemperando la leche pelamos, troceamos y ponemos los albaricoques a cocer, junto al zumo y el sirope, hasta que la fruta esté tierna. Retiramos del fuego y trituramos si deseamos una textura de mermelada. La distribuimos en el fondo de los tarros. Cuando se haya atemperado rellenamos los tarritos con la mezcla de yogur y leche.
Precalentamos el horno a 50°, lo apagamos. Ponemos los tarros en una fuente de horno y los arropamos con un par de paños de cocina para que mantengan el calor. Los ponemos en el horno. Cerramos y dejamos allí 8 horas, no abrimos más el horno para que conserve la temperatura. Transcurrido este tiempo los retiramos del horno y los ponemos a enfriar en la nevera.
Si tenemos yogurtera podremos tener un mayor control sobre la temperatura de fermentación pero si no es así el horno de casa nos permitirá hacer yogures caseros.